Como ya debe conocer, el próximo día 10, a las 17,00 horas en primera y a las 17,30 en segunda convocatoria, se celebrará asamblea extraordinaria en cuyo orden sobresalen dos deliberaciones: la moción de censura contra la Junta Directiva que presido y la propuesta de capitalización para paliar el persistente déficit que desde hace años ensombrece al Club, solicitándose al efecto una derrama de 22€ al mes durante 18 mensualidades.
A su libre voluntad orientar su voto a la opción que considere más conveniente. Ahora bien, abstrayéndose de ruidos ambientales le ruego reflexione sobre un trascendental hecho con alto grado de certidumbre: no aprobar la derrama podría generar un previsible perjuicio al Club, situándolo en riesgo real de desaparición.
Debido a su estado de insolvencia la entidad ha sido declarada en concurso por resolución judicial de 28.10.2022. Se le ha nombrado un administrador concursal con plenas facultades supervisoras e interventoras, que una vez acepte el cargo tiene en principio dos meses para emitir su preceptivo informe. A continuación el Club ha de presentar la propuesta de convenio con los acreedores con un viable plan de pagos.
La sintonía con ellos es indudable, irradia optimismo y alienta la esperanza de consolidación de nuestra estructura financiera. Pero la entidad ha de reforzar su delicado músculo económico. Y con este fin resulta imprescindible aprobar la derrama, porque de poco valdría ese buen talante negociador que exhiben si a la recíproca no se les ofrecen acuerdos satisfactorios.
En nuestra mano está. Y ha de ser ahora la capitalización, no cabe optar a capricho por otro momento. En el presente contexto el tiempo es artículo de primera necesidad. El proceso judicial no espera a nadie, someten sus tasados vencimientos.
El pacto con los acreedores ha de presentarse y formalizarse bajo escrupuloso respeto a los improrrogables plazos que al objeto prevé la normativa. De no ser atendidos, late en el sustrato la ineludible liquidación, la venta del Club.
Si se quiere su continuidad, que siga siendo cónclave de generaciones venideras, la entidad nos demanda ese moderado sacrificio contributivo que comporta la derrama.
Y desechemos lecturas interpretativas ajenas a la realidad. Con su aprobación únicamente se apoya al Club, por el que trabaja sin desmayo la Junta Directiva y cuya pervivencia, estoy seguro, todos deseamos.
Permítame reiterarle nuevamente el crucial trance que está pasando el Club Natación Metropole. Es de suma importancia su asistencia a la asamblea extraordinaria del próximo jueves día 10, que se antoja decisiva en el histórico vital de la entidad. Asista y vote lo que exclusivamente le dicte su conciencia.