David Blanco García, un joven que vive por y para el deporte. El pequeño atleta personifica lo que todo padre desea ver en sus hijos: compromiso, disciplina y espíritu de sacrificio. A pesar de su timidez, es una de las grandes figuras del Club Natación Metropole y eso que solo tiene 11 años recién cumplidos -en el día en el que se publica este reportaje-. Tiene alma de Ironman por la gran variedad de actividades que realiza y por la buena gestión que hace de manera diaria para llegar a todo lo que realiza.
El agua es su medio, pero lo compagina con otras actividades como el atletismo o el ajedrez. En la piscina metropolista demuestra su clase en las distintas competiciones de la categoría benjamín. Sus entrenadores, Héctor Martín y Alena Popchanka, están pendientes de las evoluciones de todos los nadadores de su edad y entre ellos, aparece David.
Para muestra su habilidad en la piscina Argimiro García, donde en la cuarta jornada de la Liga Regional acabó entre los ocho primeros clasificados en la prueba de 100 metros libre con un registro de 1:22.61. “Creo que no dejaré la natación hasta que sea mayor”, explica, para agregar que todavía le queda mucho por mejorar. “Espero seguir mejorando en natación cada día”. No obstante, para eso sabe lo que tiene que hacer. «entrenar duro para progresar”, puntualiza.
Su evidente dominio en el agua también le permite afrontar con comodidad otras disciplinas como el ajedrez. Sin embargo, su pasión por el jaque mate le llegó porque “jugaba al parchís y otros juegos de mesa, pero no me gustaba”, señala antes de añadir que “fui probando el ajedrez y me encantó porque mejoré poco a poco”, admitió el joven de 11 años que ha competido en campeonatos de Canarias de ajedrez los últimos años -2018,2019 y 2020- y ha podido coincidir con auténticos maestros de las tablas como su referente, Raúl Pérez Guerra y Sabrina Vega. Los excelentes ajedrecistas grancanarios han visto en el joven David Blanco a un gran valor. “Me han dicho que no lo deje, que tengo nivel”, además, “me han animado a seguir”, continuó.
Además, es un apasionado de la salud. “Creo que es muy importante”, enfatiza al argumentar la importancia de “practicar una gran variedad de actividades para mantenerse activo”. El atleta de edad benjamín es un deportista en mayúsculas, debido a que todos los días recorre 20 kilómetros en su bicicleta. “De lunes a sábado me monto en mi bici y voy así al colegio, tanto en la ida, como en la vuelta”, apunta antes de indicar que “disfruto mucho”.
La organización es uno de los pilares del joven David, que entre tanta actividad tiene controlado lo que tiene que hacer. “Claro que me canso”, comenta para aclarar que al final hacer ejercicio “es bueno para mí, aunque llegue tarde a casa”. Como todo deportista, la clave radica en el descanso. “Duermo y me despierto con energía para rendir al día siguiente”, asegura el maestro del agua y las tablas de ajedrez con una tímida sonrisa ocultada por la mascarilla de seguridad.